Hoy ha visitado nuestra biblioteca Pepe Maestro y ha mantenido un
encuentro con sus lectores de segundo de primaria que habían leído en clase su
libro Un paseo por el río.
Este es el primer título de la colección Los cuadernos de Violeta,
que tiene como protagonista a una niña de ocho años que pasa gran parte del
verano en la granja de su abuela. Durante todas las vacaciones juega con el
perro guardián, un mastín algo cansado pero siempre dispuesto a cuidarla. El
río, el prado, el bosque son escenarios de sus paseos y excursiones y dan título
a una aventura diferente. La abuela permite estas actividades pero solo pone un
reparo: si en algún momento tropiezan con un cazador furtivo, deben volver de
inmediato a la granja. Y eso, precisamente, es lo que ocurre. Afortunadamente
cuenta con Barbas, el perro, para resolver el problema.
Tras una presentación por parte de dos niños que Pepe escuchó
atentamente, se fueron intercalando referencias al libro y sus personajes y
otras historias que Pepe iba contando junto con retahílas y juegos en torno al
lenguaje que muestran el poder evocador de las palabras y su consecuencia en los
niños y niñas, que se quedaron admirados y fascinados.
Se habló de Violeta, la protagonista, y Pepe preguntó a los niños
cómo la veían ellos, y curiosamente, se acercaron bastante a como la había
creado su autor. Además, como en clase se había trabajado bastante la descripción
de personas, utilizaron un vocabulario bastante acertado y preciso.
Una niña preguntó que cómo se le había ocurrido esta historia tan
bonita y Pepe lo contó. Dando un paseo por la granja llegó a una pequeña
cascada en la que encontró una garza. Ante el inesperado encuentro, tanto la
garza como Pepe se quedaron sorprendidos y parados durante unos segundos,
después el ave inició el vuelo pero como el espacio no era muy grande al
desplegar sus grandes alas por un momento ocupó casi todo el espacio hasta que
emprendió el majestuoso vuelo; parecía un hada del río. Y fue precisamente la
impresión de esta vivencia el germen de la historia.
Después contó una historia relacionada con un perro real que
tenían en la granja. Se llamaba Pablo y un día quedó aprisionado por un cepo de
los que ponen los cazadores furtivos. Tanto fue el daño causado que perdió la
pata. Pero este perro de gran coraje tenía muchas ganas de vivir y lo hizo
durante varios años con solo tres patas. Lo importante era adaptarse a la nueva
situación y buscar soluciones, y el perro demostró ser inteligente. Y es que de
los animales podemos aprender mucho: su valentía y decisión de seguir adelante
a pesar de la situación adversa. Incluso cuando era carnaval lo disfrazaban de
pirata, le ponían una pata de palo y un parche en el ojo.
Pepe fue intercalando pequeñas anécdotas, pequeños relatos y retahílas
de distintos libros suyos. Por ejemplo nos leyó de su libro de microrelatos
dos, uno dedicado a un perro y otro a la rutina. De El circo de Baltasar el alumnado repetía animado lo que su autor
les iba leyendo y de Chismorreo nos
comentó cómo arranca la historia y qué peculiaridad tiene su protagonista.
Pepe quiso escuchar cómo sonaba su libro en las voces infantiles.
Entonces los niños y niñas eligieron una frase y la fueron leyendo. Realmente
sonaba preciosa la melodía de esta lectura improvisada.
Por último, les propuso un juego para hipnotizar a los niños y
niñas que quisieran y tan entregados estaban que aceptaron encantados. De nuevo
una puesta en escena con el lenguaje como protagonista para dejarlos
sorprendidos.
Al final hubo firma de libros con comentarios cercanos de los
alumnos y alumnas.
Sin duda, Pepe Maestro ha despertado la sensibilidad de los lectores hacia
el lenguaje, hacia la naturaleza y en concreto hacia los animales. Y nos ha encantado
con la forma de contar sus historias.
¡Gracias Pepe!