La Consejería de Educación, Cultura y Deporte, a través del Centro Andaluz de las Letras y la Gerencia de Instituciones Patrimoniales, celebrará este año el Día de la Lectura en Andalucía en torno a la obra Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, con motivo del centenario de la primera edición de la obra. Se celebrarán actividades en torno a esta obra en todas las provincias andaluzas con el fin de potenciar el hábito lector y difundir la producción literaria de Juan Ramón Jiménez.
El acto más relevante tendrá lugar el lunes 16 de diciembre en el Teatro Municipal de Moguer con un recital literario y musical en el que Carmen Hernández-Pinzón leerá la alocución ciudadana "Leer nos hace libres", que os dejamos a continuación.
Juan Ramón Jiménez
100 años de Platero y
yo
LEER NOS HACE LIBRES
La lectura nos hace libres. Ante
un libro, las barreras o muros que al hombre condicionan y que lo distancian de
los demás: su raza, su credo, su cultura o condición social, nada importan, es
solo un ser con un libro. Es un ser humano con una historia, y en ella nos
podemos sumergir hasta llegar a lo más profundo, así como sobrevolar sobre
ella, como pájaros silvestres, olvidando nuestras miserias humanas, hasta hacer
nuestra una historia que construya nuestra mente y conmueva nuestra alma.
Cuando un escritor auténtico,
genuino, se pone a escribir, como humildemente intento yo ahora, las palabras
brotan solas, fluyen como un río y se agolpan. Es el corazón quien manda, quien va
poniendo sentimiento a cada palabra, cada acento, cada coma, incluso cada
punto. Lo bello recorre cada rincón de tu ser, cada recoveco, hasta expandir
todo ese sentimiento a través del
pensamiento y de su expresión. Porque como decía Juan Ramón Jiménez: “escribir
no es poner frases, es copiar el alma”. Y esa alma del escritor se confunde con
la nuestra que la leemos y la sentimos, y ya no podemos desligarlas.
El lector es capaz, si lo desea,
de llevar cada historia a su terreno, de hacerla más grande y más luminosa, en
definitiva, podemos ir más allá de las letras o del contenido concreto. El
libro, en definitiva, nos hace libres para construir otra historia a la que
nuestra propia mente nos ha llevado, enriquecida con todo lo que nuestra
inteligencia y nuestro corazón han ido
asimilando. Y todo ello nos hace ir creciendo, formándonos, haciendo de
nosotros seres diferentes.
El libro va dejando, en cada uno
de nosotros, un caudal de conocimientos, una mina de sentimientos que conformarán
nuestro ser y nos hará personas que merezcan la pena. Gracias a los libros
podemos recorrer otros mundos, conocer otras culturas, otros tiempos y gozar de
algo anhelado desde siempre por el hombre: el don de la ubicuidad.
¿Hay algo en esta vida que nos
pueda aportar tanto como un libro? Creo que no. Por eso, en el día de la
lectura, debemos reflexionar y mostrar a todos, y muy especialmente a los
niños, todo lo que los libros nos aportan, hacerles ver que, sobre todo, hacen
de nosotros seres más ricos, en sentimientos y valores, y más libres, y esta
libertad destruirá los condicionamientos con los que nacemos, vivimos y
morimos, y que nos separan a unos seres de otros.
Este año recomendamos la lectura
de “Platero y yo”, cuyo centenario celebraremos en 2014 y que es ya un libro
universal. El poeta moguereño no escribió este libro para niños, ni se debe
limitar a ellos aunque se destaquen los valores de la infancia. Juan Ramón quería
hacernos ver que debemos vivir en esa isla espiritual, como él la llamaba que
es la niñez y de la que nunca debemos salir por ser el único sitio donde
podemos encontrar la felicidad.
Él, que siempre vivió y se sintió
como un niño, que era capaz de asombrarse cada día de lo más hermoso que nos da
la vida, de encontrar, incluso en su ancianidad, bellos reflejos en la luna y
nuevas caricias en el viento, quiso a través de ese diálogo con Platero y con
la Andalucía de su época resaltar aquellos valores que nunca debemos perder y
por los que merece la pena luchar: el trabajo, la sencillez, la gratitud y muy
especialmente, la amistad y el amor.
Platero ha sobrevolado y
cabalgado por todos los países, todas las lenguas, todas las culturas y todas
las religiones. Ha sido capaz de emocionar a millones de seres sin importar las
barreras culturales. Platero vuela libre, pero llevando consigo a su tierra, a
sus gentes, a su Andalucía, que como él, se han hecho grandes, inmensas e
universales a través de este libro.
Si como os hago ver en este
texto, leer nos hace libres, así también lo son esos libros que merecen la pena
y que nunca debemos abandonar; de lo contrario nos perderemos lo más grande que
nos da la vida, el vehículo que nos ayuda a alcanzar los valores más apreciados y por los que el hombre
siempre ha luchado, la libertad, liberándonos de los condicionamientos de la vida,
y el amor por todo aquello que nos rodea, sin limitaciones en el tiempo y en el
espacio.
Carmen Hernández- Pinzón Moreno
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