

Hemos aprendido con Cuando Ana tiene miedo, que el miedo nos avisa de peligros pero también hemos aprendido a vencerlo cuando se hace tan grande que nos traga y no nos deja actuar.
También hemos decidido que no nos vamos a enfadar tanto que nos convirtamos en un dragón solitario y lleno de rabia como el del libro ¿Soy un dragón? y hemos aprendido la palabra mágica para convertirnos otra vez en niños y niñas: perdón, lo siento.
¿Sabéis una cosa? Hay una cajita mágica para guardar las alegrías. Seguro que tenéis muchas que guardar y dejar siempre fuera los enfados y las penas. Este libro, Mis pequeñas alegrías, os ayudará a hacerlo.
Por último hemos elegido un color que representaba una emoción y la hemos compartido con un amigo del grupo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario