Para comprender un texto, el lector debe realizar un proceso de diálogo interno, asociando pensamientos. El docente puede hacérselo observable y perceptible al alumnado para que esos recursos cognitivos posibiliten la comprensión. Se trata de un modelo de pensamiento en acción con el que gestionar el significado de los textos. El docente, como lector experto, reflexiona en voz alta, les descubre lo que "piensa y hace" para encontrar el significado a medida que lee, para que el alumnado lo vaya integrando. Es necesario plantearse previamente qué se lee, para qué, hacer predicciones, aclarar significados, plantear conexiones entre el texto y los conocimientos existentes para establecer inferencias, preguntarse a sí mismo aspectos de la lectura, resumir lo leído e identificar las estrategias utilizadas en cada momento para gestionar la comprensión global del texto.
La preparación de una actividad de reflexión en voz alta por parte del docente conlleva una planificación en tres fases:
- Una primera, en la que el maestro elige un texto y lo lee previamente, deteniéndose a identificar y señalar las paradas de lectura, o los puntos idóneos y provechosos en donde llevar a cabo una reflexión en voz alta.
- Una segunda, en el que reducirá el número de paradas de lectura y la estrategia concreta que desee utilizar y resaltar en ese momento.
- Una tercera, en la que el docente escribirá el correspondiente guión que refleje la reflexión en voz alta específica a realizar durante las paradas definidas en la segunda fase.
Es importante utilizar estas estrategias con distintos tipos de textos.
En esta ilustración se aprecian los pasos a seguir para la comprensión de un texto.
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