” No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee “ Günter Grass

viernes, 31 de marzo de 2017

UN GRATO REENCUENTRO CON ANTONIO GÓMEZ YEBRA

Hoy ha estado en nuestra biblioteca Antonio Gómez Yebra  escritor y catedrático de Literatura Española en la Universidad de Málaga. 

Es autor de 83 libros de literatura infantil más, según nos ha contado hoy, tiene tres en puertas de publicarse y otro para el próximo año. Además también ha escrito 15 libros de Literatura para adultos y 53 de ensayo. Colabora con artículos y reseñas literarias en prensa y revistas especializadas. Ha dado conferencias y recitado sus poemas en numerosos centros, universidades y en Institutos Cervantes de todo el mundo. Es un gran promotor de la literatura, dirige jornadas, talleres, imparte conferencias y es director de varias colecciones en distintas editoriales.


Antonio dice que empezó a escribir con ocho años y a publicar desde 1978 que es cuando realmente se convirtió en escritor. Pero sobre todo es un gran lector, que lee a todas horas y en cualquier lugar.

Aunque nos dijo que de pequeño quería ser "trenero" porque asociaba el tren con gratos momentos de viajes familiares y porque iba a sitios diferentes. Después quiso ser profesor de francés y ahora es profesor de literatura.

Entre pregunta y pregunta supimos  que el libro leído por el alumnado de segundo de primariaEl quitamanchas, tiene por protagonistas a dos niños cuyos nombres son los de sus hijos, que tardó en escribirlo una semana, que aún cuando lo relee le divierte y le hace reír y que sigue siendo uno de sus libros preferidos. El alumnado insaciable en su curiosidad preguntaba sobre los personajes, sus acciones, el motivo que le llevaba a hacer una cosa y no otra, de dónde había sacado algunas ideas, sobre momentos concretos del libro, etc.

Antonio se mezcla entre el alumnado con familiaridad y cercanía. Mientras le van haciendo preguntas sobre el libro leído y sobre otros aspectos relacionados con su oficio de escritor, Antonio va jugando con el lenguaje, regalando poesías y rimas a los niños que las acogen sorprendidos y contentos. Crea muy buen ambiente porque es amable, comprensivo con los niños y utiliza mucho el humor por lo que arranca bastantes sonrisas y risas.

Al final de la sesión Antonio firmó los libros a los niños y niñas, libros que con estas dedicatorias revalorizan su valor y establecen un entrañable vínculo con su autor.



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