Dentro
del amplio terreno de la literatura de tradición oral podemos
encontrar distintos
grupos de textos que parecen ideados especialmente para el desarrollo
de la memoria y el lenguaje oral de los más pequeños. Sirviéndose
de cierta estructura rítmica, los trabalenguas, las canciones, los cuentos acumulativos y los cuentos de fórmula son ejemplos claros ejemplos .
Todos recordamos algunos de ellos como El gallo Kiriko, Las bodas de la pulga y el piojo, El cuento del queso, El medio pollito...
Desde
Leer.es han desarrollado una propuesta de creación de formatos
gráficos que, mediante sencillas manipulaciones por parte de niños
y niñas,
les permite recordar sin dificultad las secuencias narrativas de los
textos acumulativos de tradición oral, motivando la comprensión y
la expresión
oral y, como consecuencia, el gusto y la afición por la
lectoescritura.
Esta
estructura circular y repetitiva, de gran arraigo y antigüedad en la
tradición oral favorece además la creatividad y la participación. Son los cuentos redondos.
Un
cuento redondo es, básicamente, en un artilugio móvil de forma
circular que, al ser manipulado, muestra el elemento clave que da
paso al siguiente personaje o a la siguiente acción de la historia,
estimulando el recuerdo de la secuencia narrativa y facilitando la
expresión oral.
Os dejamos la propuesta que realizan sobre cuentos redondos Palabras Azules y Lapicero Mágico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario