Desde 1967, la Organización Internacional del Libro Juvenil (IBBY, International Board on Books for Young People), promueve la celebración
del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los
buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.
La elección de la fecha se debe a su coincidencia con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen
Asimismo, cada año un país tiene la oportunidad de ser el patrocinador internacional del Día del Libro Infantil y
selecciona un escritor/a representativo y a un reconocido ilustrador/a
locales para que elaboren el mensaje y el cartel que se distribuye por
todo el mundo para promover la celebración de este día especial en
bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.
Este año el cartel lo protagoniza Irlanda, que ha seleccionado a la escritora Siobhán Parkinson y a la ilustradora Niamh Sharkey para elaborar el siguiente mensaje y cartel conmemorativo del próximo Día Internacional del Libro Infantil 2014:
Los lectores a menudo le preguntan a los escritores cómo escriben
sus historias – ¿de dónde salen las ideas? Provienen de mi imaginación,
contesta el escritor. Ah, claro, suele contestar el lector. Pero,
¿dónde está tu imaginación, de qué está hecha y es cierto que todo el
mundo tiene una?
Bueno, responde el escritor, está en mi cabeza, por supuesto, y
está compuesta de imágenes y palabras y recuerdos y rastros de otras
historias y palabras y fragmentos de cosas y melodías y pensamientos y
rostros y monstruos y formas y palabras y movimientos y palabras y olas y
arabescos y paisajes y palabras y perfumes y sentimientos y colores y
rimas y pequeños chasquidos y silbidos y sabores y explosiones de
energía y acertijos y brisas y palabras. Todo ello girando ahí dentro y
cantando y comportándose como un caleidoscopio y flotando y sentándose y
pensando y rascándose la cabeza.
Por supuesto que todo el mundo tiene imaginación: sin ella, no
seríamos capaces de soñar. No obstante, no toda imaginación tiene las
mismas cosas dentro de ella. Probablemente, la imaginación de los
cocineros contenga en su mayoría sabores, de la misma manera que la
imaginación de los artistas contendrá sobre todo colores y formas. La
imaginación de los escritores está principalmente llena de palabras.
Para los lectores y oyentes de historias, sus imaginaciones también
se nutren de palabras. La imaginación de un escritor trabaja y da
vueltas y da forma a las ideas, a los sonidos, a las voces, a los
personajes y a los acontecimientos hasta convertirlos en una historia;
esta historia no está compuesta de otra cosa que no sean palabras,
batallones de garabatos desfilando por las páginas. Entonces ocurre que,
de pronto, llega un lector y esos garabatos cobran vida. Siguen estando
en la página, siguen pareciendo garabatos pero también están retozando
en la imaginación del lector, y éste da forma e hila las palabras para
que la historia ahora tenga lugar en su cabeza, como tuvo lugar en la
cabeza del escritor.
Este es el motivo por el cual el lector es tan importante para
una historia como lo es el escritor. Solo hay un escritor para cada de
ellas, pero hay cientos o miles o incluso a veces millones de lectores
de historias, que leen en el mismo idioma que el del escritor o que
quizás hasta lean traducciones en muchos otros idiomas diferentes. Sin
el escritor, no nace el cuento; sin todos los miles de lectores
alrededor del mundo, el cuento no llegará nunca a vivir todas las vidas
que puede vivir.
Todo lector de una historia tiene algo en común con los otros
lectores de esa misma historia. Separadamente, aunque también de alguna
manera juntos, ellos han recreado la historia en su propia imaginación:
una acción que es tanto privada como pública, individual como común,
íntima como internacional.
Es posiblemente lo que los humanos hacen mejor.
¡Seguid leyendo!
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