Por gentileza de la Editorial Edelvives hemos tenido en nuestra biblioteca a Lorena, una cuentacuentos y escritora de literatura infantil que conocemos de otros años.
Lorena ha contado los cuentos acompañados con unas marionetas preciosas, platos decorados y papiroflexia promoviendo la participación de los alumnos y alumnas que no dudaban en soplar, hacer gestos, sonidos y hasta gimnasia cuentística para acompañar a los cuentos y vivirlos intensamente.
Con los más mayores han sido ellos los protagonistas de una de las historias que han dramatizado siguiendo el hilo argumentativo que Lorena les proponía, apoyándose también con objetos que captaban el interés de todos.
En otro cuento han sido las manos de los niños y niñas las que iban ayudando a contar la historia en la que los deditos tenían mucho que decir, otro venía con acompañamiento musical, otro con palabras en inglés... en fin, cuentos variados en los que la palabra y la voz han encandilado a los niños y niñas.
Sea con apoyo de objetos, mímica, sonidos, efectos sorprendentes o libros nos demuestra que el encanto de la narración oral es prodigioso. Las palabras abren infinitas posibilidades que nos hacen sentir con los personajes y sus acciones e ir más allá de nuestra realidad, reinvetándola. Toda esta fantasía abona el terreno para que crezca la afición lectora.
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