Los recreos de los martes
en nuestra biblioteca son poéticos porque los dedicamos a leer poesía.
La poesía es música con
palabras, una nueva mirada sobre aquello que nos rodea y sobre nosotros mismos.
La poesía es un brindis a la vida, una celebración de su existencia, una
invitación a saborearla y un festival para los sentidos. La poesía está en todo, abraza al lector y le suscita emociones.
Desde hace unas semanas
tenemos entre nosotros algo que ha hecho de la poesía, algo más emocionante
todavía, un susurrador de poesías.
Consiste en un tubo de
cartón que hemos decorado con recortes de portadas de libros, personajes literarios y alguna que otra
palabra relacionada con la lectura.
Su uso consiste en
recitar susurrando al oído de otra persona una poesía. Es curioso como la cara del oyente
cambia con el susurro del poema que despierta expresiones de asombro,
curiosidad y sobre todo, alegría. La acción de susurrar concentra toda la atención en el
oído, ralentiza el tiempo, se desconecta de lo que ocurre alrededor y se disfruta de las palabras regaladas. Crea un
vínculo lúdico y una complicidad entre el que susurra y el que es susurrado que
despierta el interés, el deseo de leer poesía y de seguir compartiéndolo con
otros compañeros y compañeras. Se recibe casi como un regalo.
Por tanto, nuestro susurrador de poesías,
podemos afirmar, que fomenta el gusto por la lectura, genera buenas emociones, crea
muy buen ambiente lector en nuestra biblioteca y fomenta la cohesión grupal
entre alumnos y alumnas de diferentes aulas.
Además de susurrar poesías,
también se puede contar cuentos, retahílas, adivinanzas, canciones, etc.
Los
susurradores pueden tener otros usos. Todo lo relacionado con la voz, el habla
y el oído tienen posibilidad de ser recreado y experimentado con este
sencillo objeto. Por ejemplo para la evocación de la voz, la fluidez del habla, para alargar sonidos, practicar el habla rítmica, el control del volumen de voz o la mejora
del tono.
Y en el ámbito musical, puede ayudar a diferenciar las cualidades del
sonido, la intensidad fuerte o suave, diferenciar entre tararear y susurrar e
incluso ser utilizado como instrumento de viento.
Agradecemos a Rocío Antón
de dinamizalectura que nos dio a conocer el susurrador como recurso de intercambio poético y afectivo, la posibilidad de disfrutarlo en nuestra biblioteca.
Me parece una excelente actividad. La vamos a implementar en mi colegio y posteriormente les compartiré la experiencia.
ResponderEliminarGracias.