Estos últimos días han visitado la biblioteca el alumnado de Infantil de 5 años A y B para deleitarse con un suculento menú que la seño Charo les tenía preparados.
Primero les dió la bienvenida a la biblioteca y les habló de la biblioteca como la casa de los libros, el lugar donde se reunen libros que cuentan cómo viven personas de otros lugares y de otros tiempos, donde poder encontrar historias fantásticas que nos hagan imaginar y pensar, donde encontrar libros de todas las temáticas. Y todo esto existe porque hay personas, los escritores, que lo han recogido en los libros. Todo esto ocurre desde hace mucho tiempo porque las bibliotecas existen desde hace miles de años.
Todos los niños han ayudado a la seño a cocinar este plato especial. Además de escuchar distintas poesías de este libro vamos a cocinar entre todos una poesía aportando los finales de los versos para hacer la rima. Es como sacar música de las palabras. Y de paso, una de las poesías nos sirve para aprender a sacar a " don enfado" de nuestra cabeza.
De primer plato, un cuento calentito. Una familia de ogros.
A veces lo que pensamos, no es cierto. Y unos personajes como los ogros que pueden parecer malos y desagradables nos hacen descubrir en ellos su faceta más tierna ligada al mundo de los cuentos. Así comprobamos la necesidad del respeto por las diferencias y los valores que tiene cada persona, independientemente del grupo al que pertenezca.
De segundo plato, un cuento con humor. El pirata metepatas.
De forma divertida este pirata y su loro nos convence de la necesidad de leer y de hacerlo con gusto.
De postre, algo sabroso y al mismo tiempo picante, La casa encantada, una historia rimada que provoca risas y sorpresas.
Para terminar el baúl de las palabras mágicas nos regala palabras bonitas y hermosas. Además nos pide que la sigamos llenando c
on nuestras palabras más bellas. Cada niño y niña aporta su palabra.
on nuestras palabras más bellas. Cada niño y niña aporta su palabra.
Y así damos por terminado este suculento menú. Menú en el que todos han participado en su elaboración y degustación interactuando de forma casi constante.
Las palabras y los libros, base principal del menú, nos ayudan a convertirnos en lo que soñamos, en lo que queremos. Y estos niños deben querer mucho a los libros y la biblioteca porque cuando acabó la sesión preguntaban insistentemente que cuándo volvían a la biblioteca.
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