Un libro es mucho más que un objeto, ya sea de papel o electrónico, es una puerta abierta a la imaginación, la sensibilidad, la cultura, la creatividad, el conocimiento, la reflexión y el espíritu crítico. Es una ventana a otros mundos, a otras personas...
En un libro te puedes perder, puedes mirarte como en un espejo, te
puedes reconocer. Hay libros que olvidamos enseguida, y libros que
siempre llevaremos con nosotros a alguna parte. Cada libro es un
comienzo, diferente para cada lector. A mí me gusta, y a ti no te gusta.
Para mí es perfecto, para ti, inútil. Y está bien así. Porque los
lectores son diferentes. Cada libro busca su lector, y cada lector busca
su libro. Un lector que se aburre, un lector indeciso o decepcionado,
es un lector que todavía no ha encontrado su libro. En la biblioteca hay uno que te espera, descúbrelo. Después vendrán otros. Hay muchas buenas razones para leer: porque es fascinante, porque te
remueve, porque te lleva lejos, porque… Por lo menos hay 101 razones, y
están en este libro, que con sus simpáticas ilustraciones te harán sonreír.
Además os invito a leer las 33 razones que nos da Victoria Fernández, directora de la revista CLIJ
Para vivir más
Para detener el tiempo
Para saber que estamos vivos
Para saber que no estamos solos
Para saber
Para aprender
Para aprender a pensar
Para descubrir el mundo
Para conocer otros mundos
Para conocer a los otros
Para conocernos a nosotros mismos
Para compartir un legado común
Para crear un mundo propio
Para reír
Para llorar
Para consolarnos
Para desterrar la melancolía
Para no ser lo que somos
Para dudar
Para negar
Para afirmar
Para huir del ruido
Para combatir la fealdad
Para refugiarnos
Para evadirnos
Para imaginar
Para explorar
Para jugar
Para pasarlo bien
Para soñar
Para crecer
Como veis, las razones para leer son infinitas. ¿Cuales son las tuyas? Déjalas en este blog, así podremos compartirlas.
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